Virgen de Candelaria, náufraga o secuestrada

Virgen de Candelaria, náufraga o secuestra. Conozcamos la historia. El día 2 de febrero, según el calendario católico, fue la fecha de la presentación de Jesús en el Templo y la purificación de la Virgen María después del parto.

Virgen de Candelaria, náufraga o secuestrada

Según las creencias populares, sobre el año 1390, dos aborígenes guanches que cuidaban a sus rebaños en la que llamaban Playa de Chimisay, actual Playa del Socorro, se dirigían a las cuevas tras un día normal de pastoreo.

Virgen de Candelaria, Patrona de nuestro archipiélago canario.

Al llegar, el rebaño estaba alterado y algo asustado. Al borde del barranco, cerca de la orilla del mar, los dos pastores pudieron avistar una imagen femenina. Se dieron cuenta de que en el brazo derecho llevaba un niño y en el izquierdo portaba una vela o candela de color verde. A su vez, el niño llevaba en sus manos un pajarillo de color dorado. Posteriormente la llamarían cariñosamente «Mi María Candela«. Por esos tiempos, los hombres tenían terminantemente prohibido hablar con mujeres que estuvieran fuera de su poblado. Al ver que los rebaños no obedecían, los hombres intentaron ahuyentar a la imagen siendo heridos de manera sobrenatural sin apenas haberse podido acercar. Asustados, corrieron para presentarse ante su rey y contarle lo ocurrido.

El Rey Guanche Acaymo

El Rey Guanche Acaymo, decidió que fueran los mismos pastores quiénes recogiesen la figura para llevarla hasta la cueva. Al tocarla, los pastores sanaron de inmediato y el Rey Acaymo, atónito, decidió cargar la figura él mismo. Al cabo de un tramo, el cansancio pudo con el Rey. Hoy en día, aunque muchos desconocen ésta historia, en el lugar donde ocurrió “la aparición” hay colocada una gran cruz. Y en el lugar donde el Rey tuvo que ser socorrido, se encuentra el conocido Santuario de Ntra. Sra. del Socorro.

La cueva de la Virgen de Candelaria

La cueva donde permaneció la imagen hasta su robo años mas tarde por parte de los españoles, es hoy en día una capilla para las oraciones de muchos peregrinos. Con el brote de la peste, los ladrones de la imagen, tras un ataque de pánico, pensaron que era su castigo por el sacrilegio cometido y la devolvieron. Lo que quizás muchos no saben es que la imagen que veneran hoy no es la original que descubrieron los aborígenes.

Desaparición de la imagen de la Virgen de Candelaria

En la noche del 7 de noviembre de 1826, fuertes lluvias asolaron la isla haciendo que los barrancos se desbordasen y que la imagen que veneraban quedase a merced del mar. Por lo que la imagen que adoran hoy en día es una escultura creada inicialmente por el artista Fernando Estévez de Salas, discípulo de Luján Pérez en 1827 teniendo en cuenta algunos retratos de la desaparecida, y restaurada mas tarde por el escultor Ezequiel de León en 1927.

Pero como todas las historias, leyendas o creencias, ésta también tiene su otra versión de lo ocurrido. Ésta nos lleva a conocer otra visión del destino de la original imagen de la Virgen de Candelaria tras la tormenta del 7 de noviembre.

La iglesia de Santa Úrsula de Adeje

Existe un círculo de misterio sobre una imagen que se encuentra en la iglesia de Santa Úrsula de Adeje (Tenerife). Los historiadores discuten cual fue el destino real de la imagen encontrada por los aborígenes, y el recelo y las similitudes de dicha talla son altamente sospechosas para muchos.

¿Cómo pudo ir a parar a Los Marqueses de Adeje y posteriormente a la ermita de Santa Úrsula? ¿Fue engullida realmente por las aguas?

Según algunos estudios, la cueva – capilla donde se encontraba la imagen de la virgen, se comunicaba con las obras del nuevo Templo y según las versiones de los clérigos que custodiaban la imagen, esa puerta quedó abierta dando paso libre a las aguas torrenciales que arrastraron la imagen junto con muchos de los escombros hasta el mar. Los historiadores se preguntan como los monjes pudieron tener tal descuido o porque no se llevaron la figura de madera ligera y de menos de un metro a un lugar seguro. Algunos creen que por el contrario, la imagen fue llevada a la cueva del Marqués de Adeje.

Poniéndonos en situación, en ese tiempo, la situación política era complicada tras la guerra de la Independencia. Los lugares de culto, incluido el de Candelaria fueron cerrados. En 1823 fueron de nuevo abiertos pero se cree, que estos hechos crisparon los ánimos de los clérigos sobre el futuro de las órdenes religiosas y sus posesiones. Se cree que entonces, los frailes, junto al Marqués de Adeje, decidieron llevar la imagen de la Virgen de Candelaria a un lugar seguro.

Fantasía o Realidad

Estos hechos se sustentan por varios motivos. Posteriormente, y ante el conocimiento de que existía «una supuesta réplica» de la imagen en la Parroquia de Adeje, se les solicitó a los Marqueses que prestasen la imagen hasta la reposición de otra que se mandarían a esculpir de inmediato. Ante la negativa se sospecha que sentían el temor de que se descubriese que se trataba de la escultura real.

La actitud del Marqués, la asombrosa coincidencia en las características de una imagen con otra, la falta de información sobre el origen de la imagen expuesta en la Parroquia de Santa Úrsula y el gran secretismo que rodea a esta figura, la que solo unos pocos afortunados pueden visitar, hace pensar que se puede tratar efectivamente de la imagen encontrada por los aborígenes en la actual playa del Socorro. De ser cierto, se habría cometido una gran injusticia con aquellos miles de fieles que se acercan a visitar a su patrona en la Basílica de Candelaria.

¿Qué tendrá de cierto todo esto? ¿La imagen encontraba por nuestros antepasados habría sido engullida por el mar, o puesta a salvo? ¿Será todo fruto de la conspiración?